Se tiene a pensar que lo bizarro, entendido como algo grotesco o fuera de lo común y no como lo que propone el DLE, va ligado en el cine a las propuestas de mal gusto y a las caspas pasadas de rosca, cuando existen películas con un humor tan blanco, como Superpoli de centro comercial (Mall Cop, 2009), que dejan KO al espectador ante lo disparatado de su planteamiento. The Midnight Horror (1985) es así, una locura que cuesta asimilar pero no disfrutar, y quizá por ello necesitó que en nuestro país se titulase de una forma tan redundantemente peculiar: La noche del baile de medianoche.
A pesar de ese nombre tan cutre, no vamos a encontrar ni gore ni escatología no chistes con mala baba. El tono de la película es gamberro, sí, pero no cae en lo incorrecto o lo chusco, probablemente porque fue destinada al formato televisivo. Los muertos se levantan de las tumbas, ¡incluso un hombre lobo!, pero no todos tienen malas intenciones, y casi podría decirse que algunos son fantasmas más que zombis —como podemos ver en el caso de uno de los personajes, Sandy, como luego veremos, que se comporta como si de ángel se tratase—.
La noche del baile de medianoche es un claro producto de su época. Bebe descaradamente de otros títulos, ya sea por esa nostálgica reivindicación de los 50 o por ese tópico de situar temporalmente la trama en la noche de Halloween, por no hablar de ese momento a lo Thriller de Michael Jackson tan maravillosamente gratuito casi al final. Sin embargo, muchos de esos clichés parecen de despiste, como si fueran una parodia de los tópicos habituales en el género, es el caso del principio, cuando se ve como la hermana del protagonista deja una mano en el plato del desayuno y este reacciona como si nada; por no hablar de otro como el momento de los pompones de periódico que, perdón por el spoiler, se cortan solos —arte de magia de un ángel—.
Ese buen rollo que emana la película se materializa con unos personajes que, a pesar de sus rasgos nada novedosos, tienen un buen concepto de la amistad. No son infieles, las bromas que se hacen son más de colegueo que de abusones, e incluso se ríen al recordar que sus antepasados fueron rivales. Si bien con tantos personajes la películas es coral y posee varias tramas paralelas, el hilo conductos es la historia de amor del protagonista con el fantasma/zombi. Es decir, La noche del baile de medianoche es en verdad una película romántica, bonita además, que no cae en lo ñoño ni en sentimentalismo baratos. Un antecedente bizarro de Ghost: Más allá del amor (1990).
Es divertida, bizarra, loca, pero ante todo muy entretenida. Ideal para comenzar un maratón de cine en Halloween.
TÍTULO: The Midnight Hour
AÑO: 1985
NACIONALIDAD: EE. UU.
DIRECCIÓN: Jack Bender
REPARTO: Shari Belafonte, LeVar Burton, Jonelle Allen, Jonna Lee, Peter DeLuise, Kevin McCarthy, Lee Montgomery, Cindy Morgan, Dedee Pfeiffer, Dick Van Patten, Mark Blankfield, Hank Garrett, Sheila Larken, Dennis Redfield, Kurtwood Smith
Spasmo 